¡Bueno, bonito y barato! Ya lo dice el refrán: puro engaño del embaucador.
Lo bueno siempre causa sufrimiento y cuesta, es decir, es verdaderamente valioso.
¡Bueno, bonito y barato! Ya lo dice el refrán: puro engaño del embaucador.
Lo bueno siempre causa sufrimiento y cuesta, es decir, es verdaderamente valioso.