Nos desesperamos por haber confundido la virtud teologal de la esperanza con el deseo ansioso de alcanzar lo que queremos sin comprobar que queremos lo que Dios quiere.
Nos desesperamos por haber confundido la virtud teologal de la esperanza con el deseo ansioso de alcanzar lo que queremos sin comprobar que queremos lo que Dios quiere.